lunes, 2 de diciembre de 2013

La noche anterior a la caída

por El Doctor Pluma

¿Dónde están escondidos los secretos de la vida, dónde buscas las respuestas que insistentemente mantienes apartadas en el vacío…?

Las lágrimas al caer se transforman en mil cristales que destilan sufrimiento y dolor, que rompen con la estabilidad de tu corazón que se niega a fallecer…

El camino es otro, muy diferente, difícil de transitar, y no obstante es la única alternativa que te queda; ya no hay más…

¿Quién escuchó las palabras que jamás mencionaste?, ¿quién se dio cuenta de tu dolor antes del parto, antes de perder todo por nada…?
  
Aquello que ves son los mundos que jamás conocerás, los rostros que no mirarás y las mieles de una vida feliz de la que has sido privada por capricho divino…
  
Ahí están, postrados frente a ti, los muros que no te atreverás a saltar, por desidia o por miedo, o simplemente por lo senil de tu rostro…

¿A dónde se dirigen las aves que sigues tristemente con tu mirada y que, al parpadear, se pierden en el infinito…?
  
Las estrellas brillan equivocadamente en tu cielo, otras ni siquiera se dignan a brillar; ya es muy tarde y no vale la pena hacerlo, menos por ti…


El pasado de Cristo nadie lo olvida, el tuyo lo olvidaron hace tiempo, tal vez antes de que nacieras; tú misma no lo recuerdas, no te importa…
  
Ni esa cruz, ni esa hoz, ni esa morbosa forma de mirar la sangre pueden hacerte cambiar y dejar de ser nada frente a los demás…

No muestres tus senos desnudos, el mundo está cansado del mismo espectáculo, ha visto todo cuanto existe, aunque no ha visto más allá…
  
Camina a través de los océanos, rebosando infidelidad, decadencia y algo de aquella belleza que antes se impregnaba en tu piel fehacientemente…
  
Permítele a las agujas penetrar los claveles, a los clavos atravesar la carne sin dolor, a los niños llorar en los vientres antes de perecer…

Cierra las alas y deja de volar, cierra los ojos y no veas más, pues es mejor así, antes de que te des cuenta de lo que ha ocurrido…

Haz un último esfuerzo por dar vida, tensa tus músculos y respira tan sólo una vez, sólo una vez en tu vida hazlo sin sufrir…


No, no lo hagas, prefiero descansar y no vivir. Sólo deja de hacerlo antes de que el llanto se asome y termine por corromper mi alma, antes de que niegue que no se trata de un sueño, antes de que deseche lo que has hecho y me olvide de ti… antes de que mire tu rostro por primera y por última vez.

1 comentarios:

Extraído de "El Diario de un Cerdo"