por B. Varglez
Eres lo que comes, ¿qué tan
seguido escuchamos esto?, más de las que nos interesaría contar, pero ¿qué
tanta culpa tiene un proveedor de los daños que cause con sus productos y servicios
a un consumidor?, ¿hasta dónde es responsable del consumismo desmedido y dañino
de un ser humano?
Obviamente las empresas no se
libran de todo mal porque con las campañas que lanzan hacen que cualquiera
(cualquiera que se crea todo lo que le dicen, lamentablemente el común
denominador de la población) piense que tal píldora le hará reducir los kilos
que ha logrado acumular en años y años de alimentación basura y sedentarismo,
en donde el mayor deporte es levantarse a apagar la televisión cuando no se
encuentra el control remoto o cuando se cree que un aparato para ejercitarse
les dejara cuerpo de Terminator en su época de apogeo.
La realidad es que es difícil
aceptar que algunos productos nos causan severos daños a la salud, tanto física
como mental. En culturas como la americana (aquí no dudo que también se haga)
le encuentran la solución perfecta a un producto que los engordó, los dejó
ciegos, tarados, con insuficiencia renal, diabetes, cáncer e inclusive los haya
dejado sin pareja.
La solución maravillosa se llama
demanda, así es, no importa que hayan perdido un pulmón, un hijo, a su chingada
americana madre, no, eso es lo de menos, si hablamos de dinero, de que existen
grandes sumas millonarias de dólares que pueden embolsarse, ahí se les olvida
lo que cualquier empresa, por muy poderosa que sea, les haya causado.
Pero me gusta aterrizar las ideas
a la vida cotidiana y ver que hay más en realidad, aunque muchos peguen el
grito en el cielo y me hagan la de qué lado estoy. No puedo evitar callar la
duda y la duda como dicen “mata el alma y envenena”, sí, así es, es una frase
del clásico Chavo del 8.
Aquél que me diga que nunca en su
vida se ha puesto a ver ni Televisa ni TV Azteca en algún penoso momento de su
vida, definitivamente no le voy a creer, porque seguramente, involuntariamente
o voluntariamente, su jefa les puso alguna novela que estuvo viendo en algún
momento o bien algún programita para niños durante las vacaciones o el desayuno.
Esto no es un delito ni debe de
darnos pena aceptarlo, y al que le dé, me cae que cuando vuelva a ver a Chabelo
en su muro le lavo la boca en un inodoro de un bar de ínfima categoría del
centro de nuestra adorada ciudad, y miren que tepacherías de dudosa calidad
sobran, así que no me mientan.
Pero todo lo anterior nos lleva a
la respuesta genial de que de algún modo u otro hemos sido conscientes o no
conscientes consumidores de la basura que estas televisoras tiran día con día,
ya sea desde ver el “Pokemón”, “Los Padrinos Mágicos” hasta “María de todos los
Ángeles” (que les diré que es de lo más rescatable y tal vez por eso está
congelada, porque pintan a sus televidentes al centavo), pasando por “Niña
Amada Mía”, “La Academia” o Historias Engarzadas”.
Esto sólo nos da una pequeña
muestra de por qué es que los Twitter más visitados y con más cantidad de
seguidores son los de actores (bueno, por ponerles algún mote) como Anahí,
Lucero, Paulina Rubio o conductores como Adela Micha, Carlos Loret de Mola o
Joaquín López-Dóriga, entre muchos otros que sabemos a regañadientes que sólo
sirven de parapeto para decir lo malo que son los que piensan diferentes a
nuestro estimado gobierno federal.
Cuando se armó todo el desmadrito
de Laura Bozzo, la verdad es que no me sorprendió, lo que me sorprendió es que
la gente en sus casas siga viendo su programa, porque no en balde a esta señora
se la trajeron del Perú, saben que su mercado son las desgracias ajenas y
lucrar con ellas, y qué mejor que Mexiquito lindo y querido, donde las
desgracias abundan naturales o fabricadas.
Y claro está, ella no se maneja
sola, es un servidor más de un poder que nosotros mismos -no me cansaré de
repetirlo- hemos fabricado con hartas ganas, donde es de lo más fácil que a una
conductora de un programa mediocre se le preste un helicóptero del estado de
México para hacer sus reportajes en Guerrero. Lo peor y lo más triste es cómo
hacer entender a ese sector de la población, el más jodido y el más fregado,
que la idea no es ayudarlo, la idea es sólo tomarlo como una pantalla para
crear falsas ideas en la mente de otros.
Por eso mismo cuando pienses que
Televisa y TV Azteca hacen poblaciones con mentalidades idiotas, revisa bien
que no seas tú mismo parte de esta gran “fábrica de sueños”, porque no se
equivocan, es la fábrica de sueños, sueños que nos hagan evadirnos de la
realidad y no ver cómo nos joden y nos joden los gobiernos que siguen y
seguirán pasando por los siglos de los siglos amén.
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