miércoles, 2 de octubre de 2013

Tanta culpa tiene el que mata a la vaca, como el que le agarra la pata

por B. Varglez

Eres lo que comes, ¿qué tan seguido escuchamos esto?, más de las que nos interesaría contar, pero ¿qué tanta culpa tiene un proveedor de los daños que cause con sus productos y servicios a un consumidor?, ¿hasta dónde es responsable del consumismo desmedido y dañino de un ser humano?

Obviamente las empresas no se libran de todo mal porque con las campañas que lanzan hacen que cualquiera (cualquiera que se crea todo lo que le dicen, lamentablemente el común denominador de la población) piense que tal píldora le hará reducir los kilos que ha logrado acumular en años y años de alimentación basura y sedentarismo, en donde el mayor deporte es levantarse a apagar la televisión cuando no se encuentra el control remoto o cuando se cree que un aparato para ejercitarse les dejara cuerpo de Terminator en su época de apogeo.

La realidad es que es difícil aceptar que algunos productos nos causan severos daños a la salud, tanto física como mental. En culturas como la americana (aquí no dudo que también se haga) le encuentran la solución perfecta a un producto que los engordó, los dejó ciegos, tarados, con insuficiencia renal, diabetes, cáncer e inclusive los haya dejado sin pareja.

La solución maravillosa se llama demanda, así es, no importa que hayan perdido un pulmón, un hijo, a su chingada americana madre, no, eso es lo de menos, si hablamos de dinero, de que existen grandes sumas millonarias de dólares que pueden embolsarse, ahí se les olvida lo que cualquier empresa, por muy poderosa que sea, les haya causado.

Pero me gusta aterrizar las ideas a la vida cotidiana y ver que hay más en realidad, aunque muchos peguen el grito en el cielo y me hagan la de qué lado estoy. No puedo evitar callar la duda y la duda como dicen “mata el alma y envenena”, sí, así es, es una frase del clásico Chavo del 8.

Aquél que me diga que nunca en su vida se ha puesto a ver ni Televisa ni TV Azteca en algún penoso momento de su vida, definitivamente no le voy a creer, porque seguramente, involuntariamente o voluntariamente, su jefa les puso alguna novela que estuvo viendo en algún momento o bien algún programita para niños durante las vacaciones o el desayuno.

Esto no es un delito ni debe de darnos pena aceptarlo, y al que le dé, me cae que cuando vuelva a ver a Chabelo en su muro le lavo la boca en un inodoro de un bar de ínfima categoría del centro de nuestra adorada ciudad, y miren que tepacherías de dudosa calidad sobran, así que no me mientan.

Pero todo lo anterior nos lleva a la respuesta genial de que de algún modo u otro hemos sido conscientes o no conscientes consumidores de la basura que estas televisoras tiran día con día, ya sea desde ver el “Pokemón”, “Los Padrinos Mágicos” hasta “María de todos los Ángeles” (que les diré que es de lo más rescatable y tal vez por eso está congelada, porque pintan a sus televidentes al centavo), pasando por “Niña Amada Mía”, “La Academia” o Historias Engarzadas”.

Esto sólo nos da una pequeña muestra de por qué es que los Twitter más visitados y con más cantidad de seguidores son los de actores (bueno, por ponerles algún mote) como Anahí, Lucero, Paulina Rubio o conductores como Adela Micha, Carlos Loret de Mola o Joaquín López-Dóriga, entre muchos otros que sabemos a regañadientes que sólo sirven de parapeto para decir lo malo que son los que piensan diferentes a nuestro estimado gobierno federal.

Cuando se armó todo el desmadrito de Laura Bozzo, la verdad es que no me sorprendió, lo que me sorprendió es que la gente en sus casas siga viendo su programa, porque no en balde a esta señora se la trajeron del Perú, saben que su mercado son las desgracias ajenas y lucrar con ellas, y qué mejor que Mexiquito lindo y querido, donde las desgracias abundan naturales o fabricadas.

Y claro está, ella no se maneja sola, es un servidor más de un poder que nosotros mismos -no me cansaré de repetirlo- hemos fabricado con hartas ganas, donde es de lo más fácil que a una conductora de un programa mediocre se le preste un helicóptero del estado de México para hacer sus reportajes en Guerrero. Lo peor y lo más triste es cómo hacer entender a ese sector de la población, el más jodido y el más fregado, que la idea no es ayudarlo, la idea es sólo tomarlo como una pantalla para crear falsas ideas en la mente de otros.


Por eso mismo cuando pienses que Televisa y TV Azteca hacen poblaciones con mentalidades idiotas, revisa bien que no seas tú mismo parte de esta gran “fábrica de sueños”, porque no se equivocan, es la fábrica de sueños, sueños que nos hagan evadirnos de la realidad y no ver cómo nos joden y nos joden los gobiernos que siguen y seguirán pasando por los siglos de los siglos amén.

0 comentarios: