por B.Varglez
Esta
semana es dedicada a nuestras tradiciones, las verdaderas, las de nuestras
raíces y que bien también pueden ser combinadas con otras; la idea es no dejar
de lado lo que nos gusta y llevamos años haciendo, no sólo porque tenemos un
gobierno pendejo y represor lo dejaremos de lado. Y no porque celebremos un
poco quiere decir que somos indiferentes ante las circunstancias o
problemáticas de nuestro país.
Porque
a decir verdad es necesario que nuestras tradiciones no mueran, el por qué, en
parte por nuestro pasado tan rico, donde los ancestros realizaban todo un
hermoso ritual para invitar a las almas a venirnos a visitar en estos días
dedicados a los muertos: el copal, el pan de muerto, las veladoras y los
platillos preferidos de nuestros seres que ya no están en este mundo.
Sus
almas, como un fino polvo (el que no quiera creer en ello muy respetable), se
desliza por las paredes de nuestras moradas y nos regalan un poco de su
presencia.
Cuenta
la leyenda que si comes algo que estuvo expuesto en la ofrenda no tendrá, sabor
ya que las ánimas se lo llevan como agradecimiento por déjaselos en su altar.
Pero
no sólo por lo anterior es por lo que debemos poner o visitar una ofrenda, sino
porque de estas hermosas tradiciones está detrás el trabajo de mucha gente
trabajadora: campesinos, artesanos o simples vendedores que buscan llevar el
sustento a sus mesas ofreciendo los artículos que le darán vida a la
celebración.
Es
cierto, para muchos el Día de Muertos ya se volvió Halloween, una festividad
extranjera y que nada tiene que ver con nuestras raíces, pero tampoco podemos
juzgar tan fría y severamente esta fiesta, pues muchos (no se hagan) la
utilizan de pretexto para empinar el codo (más que de costumbre) y ya ni
siquiera la arman chido disfrazándose o haciendo algo referente a la fecha,
solamente compran el alcohol, beben como cosacos y se atreven a llamarlo
Halloween
Ni
madres, si no hay disfraz, ni ofrenda es una borrachera cualquiera, así que no
sean payasos, ni ridículos.
Pero
total, que como les decía, el trabajo de mucha gente está presente en todo este
rollo y uno de nuestros queridos barrios (no, no es Coyoacán, hay más en esta
vida que ese sitio para estas fechas), La Merced, es uno de los lugares donde
podemos encontrar un sinfín de cosas para nuestra pachanga, ofrenda, Halloween o
como fregados quieran llamarle.
Empezando
porque es un deleite dejarse envolver desde el mercado de la fruta, las
legumbres y carnes, hasta la zona donde está todo lo referente al Día de Muertos.
Se emboba uno y se le pasan las horas de lo lindo en el pasillo de los dulces,
entre apretones y empujones, pero en verdad, si uno no es muy mamón, se la pasa
chido, compra barato y lo hace directamente a un pequeño empresario, no a una
trasnacional, además de que lo que te lleves es fresco y de calidad.
Otro
lugar donde puedes ir también a comprar, bobear o simplemente a cenar y
deleitarte con el pan de muerto y otros postres o antojos, es el mercado de Río
Blanco, ubicado en Congreso de la Unión. Ese es un antiguo mercado que también
tiene una gran variedad de precios y productos para tus ofrendas.
Ya si
te da mucha flojera andar en mercados enormes y abundantes de gente, pues de
perdida visita el de tu colonia, que seguramente también tendrá lo que necesites.
El chiste es consumir lo que otros hacen y ayudar a los pequeños productores;
al fin sales ganando porque la cartera te lo agradecerá.
Ahora
bien que si lo tuyo de plano no es la manualidad (me refiero a la puesta de los
altares, no sean cochinos), entonces váyanse a observar y visitar los que ya
están hechos, como lo son las ofrendas que ofrece el GDF, los altares en Ciudad
Universitaria; éste es maravilloso porque siempre lo dedica a un personaje en
particular, y ahí se puede ver qué facultad de verdad le echa ganas a las cosas
y cuáles nada más lo hacen para salir del paso.
O bien
las ofrendas y altares que ofrecen los museos como el Dolores Olmedo, el de
Antropología e Historia, el de Medicina, el Museo Nacional de las Culturas
Populares, Museo Casa del Risco, Bellas Artes, de entre muchos otros que
incluso llegan a ampliar su horario para que los puedan visitar.
Ya que
si tienes varo y días libres, puedes irte a las festividades en Oaxaca,
Mixquic, Janitzio, Jarácuaro, Veracruz, Puebla, donde la naturaleza hace lo
suyo ambientando el lugar; o bien, si quieres arriesgarte a ver qué tal está
este año la presentación de “La Llorona” en Xochimilco o siquiera vete a ver
“Don Juan Tenorio”, hay muchas compañías de teatro independientes con buenos
montajes, tanto de parodia como en serio.
La
elección esta semana la tienes tú, amigo lector, no seas amargado y vive las
tradiciones de este pueblo, que no todo sea sufrimiento. Dejemos ver que no han
acabado con todo aún y que somos un pueblo que se rescata y busca la unión, que
no quiere perder su esencia, aunque haya muchos ladrones de cuello alto que nos
quieren ver sumidos en el dolor y la tristeza.
Buena
semana de muertos y no dejen pasar la oportunidad de mandar sus textos en la
convocatoria que lanzó Regiones Inferiores. Dejen que las letras los envuelvan.
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