Por: B. Varglez.
Es importante prestarle importancia al contenido de lo que se
lee, ya sea un diario, un libro, una revista, un correo electrónico, etcétera,
etcétera, sea del tema que sea y claro que tengamos que leer por gusto o bien
por alguna obligación escolar o de trabajo, de ahí parte tal vez el interés que
se encomiende al bello arte de la lectura. ¿Pero cuántos en realidad le
prestamos atención al modo en que leemos? ¿Es el correcto?, ¿En verdad somos
bien chingones y nuestra vista y cerebro entienden todo lo que leen?
No nos meteremos a cuestionar temas, ni contenidos, porque eso
realmente no es la intención en esta ocasión, aunque de repasón les diré que mi
bisabuela solía decir que “Uno siempre debe de leer todo lo que le caiga o pase
por las manos”, desde revistas gachas (cada quien sabrá cuál se le hace gacha),
hasta grandes libros escritos por las mentes más alumbradas y de gran renombre,
algo que en mi punto de vista es muy válido y me ha sido de gran
ayuda.
Pero aunque lo duden, y ya lo dejo a juicio de cada quien,
toda lectura que hagamos nos resultará provechosa para tomarla como “datos en
general”, porque obvio no todo puede ser catalogado como cultura en general,
por ello me atrevo sólo a dejarlo en “datos en general”, mijos.
También de pasada les diré que me ha llamado mucho la atención
que la mayor parte de la población que se dice que sabe leer y escribir, en
realidad no lo sabe ya no digamos al 90 por ciento, ni siquiera se acercan al
70 por ciento, y aclaro que me estoy refiriendo desgraciadamente a las personas
que se dicen tienen alguna licenciatura como puede ser: abogados, doctores,
contadores, arquitectos, cacas grandes que ocupan curules y, bueno, ya no
digamos nuestro amado presidente Peñita, que ése se cuece aparte.
El caso es que todo este sector de la población que pasó por
carreras universitarias y algunos hasta maestrías y doctorados, no pueden vivir
sin el corrector de Word o una secretaria ejecutiva que les haga el favor de
decirles que “huevo” va con “h” y no con “g”, o alguien que les lea y resuma
sus escritos… y si a eso le agregamos que no solamente es el uso de las reglas
ortográficas mal aplicadas lo que nos puede joder la vida, sino también el no
comprender o saber qué carajos estamos leyendo...
Después del breviario anterior les diré que la lectura de
comprensión suele ser de gran importancia y es un hábito que se le debe formar
a un ser humano desde que está tiernito, digamos que desde la primaria. Además es
necesario especificarles que importa un cacahuate si la lectura es de su agrado
o no, porque muchos se escudan tras: “Es que ese tema me vale madres, por eso
no le pongo atención”, frase muy ocupada por jóvenes de secundaria y preparatoria cuando les dejan sendos libros.
No, mis chavos, no siempre vamos a leer lo que nos guste y si
nos lo tenemos que chutar, pues qué mejor que entenderlo y no repetirlo como
perico sólo para un examen o una presentación.
Pero todo lo mencionado, excluyendo obvio la parte de la
ortografía, que ésa sí debería ser materia obligatoria, se estudie la carrera
que sea, lo demás lo quiero englobar en una dirección, ya que en muchas
ocasiones la falta de comprensión en la lectura, el cambiar un dato por otro,
una palabra por otra, es porque tenemos graves y severos problemas que atañen
directamente a nuestra visión.
En estos días me he empapado un poquito y descubrí que existen
terapeutas visuales (igual y muchos ya lo sabían, para mí se joden, se los
platico porque fue nuevo) que no son los que se encargan de hacerte la
graduación de los lentes en una óptica, no señor, éstos son expertos en decirte
qué carambas está pasando con tu vista.
Hacen análisis y estudios tan amplios y avanzados, que te
pueden ayudar a corregir la forma y el fondo de cómo debes de agilizar tu ojo
para que tu visión sea óptima, no importa la edad que tengas, porque hacen que
tu cerebro y tu ojo se conjuguen y amplíen el campo de visión o corrijan las
fallas que no te permiten entender al leer, lo cual entonces, al estar bien "chido", puedas entonces aplicar técnicas de lectura que en verdad te servirán
para concentrarte y entender una lectura.
Las técnicas de lectura van más allá de cursos pedorrones que
las empresas dan, porque muchas veces pueden joderte la visión al usar el ojo
de una manera no adecuada, ya que no todos tenemos la vista en perfectas
condiciones, es más, algunos, y me incluyo, necesitamos revisión y lentes con
urgencia y no le damos la importancia por estética o porque somos bien codos y
no queremos gastar por lo caro que a veces salen, lo cual sería barato en
comparación cuando el daño va más allá que tener que comprar lentes.
Así que si conocen a alguien o ustedes mismos creen que su
problema con la lectura y la escritura se debe a que no se concentran o que no
tienen buena visión, mándelo con urgencia a ver a un terapeuta visual y un
optometrista, sí, a los dos, ya que uno diagnostica y el otro aplica, como la
palabra lo dice, terapia, para que cheque qué está pasando con sus ojitos chulos
y su cerebrito.
Hay clínicas muy buenas con especialistas en la materia aquí
en el DF que atienden desde pequeñines que apenas van dejando el chupete, hasta
los que ya toman otro tipo de chupete; eso sí, no las busquen en el IMSS porque
ni las conocen, mejor me preguntan.
Pero si tu problema con la lectura y la ortografía es porque
eres un huevonazo marca llorarás, que no lee ni los monitos, pues entonces sí
ni cómo hacerle, serás un burro (y que me perdonen los burros por la
comparación) para toda la vida. Nomás de favor no vayas a ninguna Feria del
Libro si te vuelves presidente.
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