lunes, 22 de abril de 2013

La tercera roca del sol


Por: Satyric.

“En el principio creó Dios los cielos y la tierra, y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas… Y dijo Dios: Sea la luz;  y fue la luz…”

Y bien, ahora después de miles de años tras la creación la tierra está bocabajo, con el hocico partido y gritándole a Dios por clemencia…

Y cómo no sería así, si después de tantos años de gran servicio a la humanidad y a la naturaleza toda, se lo estamos pagando de mala racha y con una moneda no muy factible ni justa, analicemos:

De  los mil trecientos cincuenta CUATRILLONES de agua que existen en el planeta (1,350,000,000,000,000,000), aproximadamente el  % .017 es para consumo humano, el cual cada día está más mermado debido a los más de 6000 millones de cabezones que somos, esto debido al mal cuidado que se le da, al señor que lava su stratus con manguera, a la señora que olvida la lavadora con la manguera abierta mientras ve la novela, o a los gobiernos que tardan mil años en arreglar una fuga… este porcentaje quizás en la realidad esté por debajo de la mitad.

Ahora, el  0.625% del agüita, está en las áreas subterráneas, mantos acuíferos y demás bóvedas “subsuelenses”, no es necesario hacer recodar los motivos por los cuales la Ciudad de México está cada vez más en el hoyo… sí literalmente en el hoyo. Se dice que Bellas Artes se ha hundido casi 4 metros desde que se terminó y todo esto debido a que no conformes los Mexicanos con haber desecado todo el paraíso de los pobladores de Anáhuac, aquel extenso complejo de lagos, chinampas y calzadas-diques y desecado los manantiales de Chapultepec … ahora estamos dándole en la madre al Cutzamala, una de las principales fuentes de agua potable en la ciudad.

Entonces para compensar eso se inició la extracción de agua del subsuelo… ¿de dónde?  Pues de dónde más, de debajo de la gran ciudad, no nos sorprenda que el día de mañana estemos viviendo dentro de esas catacumbas.

Que no estaría por demás, ya que según la teoría intraterrestre (de la tierra hueca), podríamos quizás encontrar toda una vida nueva y un mundo espectacular esperando por nosotros. Quizás al llegar allá y al encontrar a Julio Verne, nos diría: “Sean Bienvenidos, cuando gusten pueden comenzar a darle en la madre a mi mundo”. 

Ahora, si en verdad como dicen los alienígenas descendientes de los  Annunakis, (que otros llaman Reptilianos), “no somos una raza inteligente, porque ¿qué raza tendría la ocurrencia de vivir afuera del planeta, bajo las inclemencias salvajes del tiempo, de la geografía y del exterior? Esto es el equivalente a tener una casa y vivir en el techo”… entonces tendríamos que reflexionar y quizás, pero sólo quizás… estemos un poco erróneos.

Pero digamos que los reptiles son reptiles, y nuestra única  y verdadera casa está sobre la tierra. Entonces, tenemos un planeta devastado, con glaciares que se caen a pedazos, si graficamos el 1.8% de agua que está en esta presentación y lo contrapolamos con el  0.635% y el l.017% anteriormente mencionado, estamos hablando de dos noticias; una buena y una mala.

La buena sería que casi toda el agua glaciar es potable y solucionaríamos el problema de la escases del agua… la mala es que esa masa acuosa se desbordaría sobre las ciudades y beberíamos agua glaciar ¡a huevo!

Entonces, o estamos comenzando a  cerrar el ciclo con el que iniciamos nuestra columna, diciendo más o menos así: “Y se han airado las naciones, y tu ira ha venido, y el tiempo para que los muertos sean juzgados, y para que des el galardón a tus siervos los profetas, y a los santos, y a los que temen tu nombre, pequeños y grandes, y para que destruyas los que destruyen la tierra.”… o está muy próximo el planeta Nibirú provocando desequilibrio en toda la galaxia. De ser así, daría lo mismo, sea JHVH o sea Enki y familia los que vienen, nos van a meter una santa regañada por encontrarnos con la casa de cabeza, como si hubiese algún padre que se alegre de ver el desastre que hace su hijo después de haberlo dejado un rato solo.

Pero mientras pasa alguna de estas situaciones, ya el senador estadounidense Gaylord Nelson en 1970 un día como hoy, estaba previniendo su regaño, instaurando el Día de la tierra… el cual es tan poco famoso que seguramente ni tú lo conocías… no te preocupes, la tierra misma no conoce ese día por… que nada diferente pasa.

Y bueno, como diría Luis de Góngora y Argote:
“La tierra no nos fue heredada por nuestros padres, nos fue prestada por nuestros hijos.”

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