Por: Satyric.
“En el principio creó Dios los
cielos y la tierra, y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas
estaban sobre la faz del abismo y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de
las aguas… Y dijo Dios: Sea la luz; y
fue la luz…”
Y bien, ahora después de miles de
años tras la creación la tierra está bocabajo, con el hocico partido y
gritándole a Dios por clemencia…
Y cómo no sería así, si después
de tantos años de gran servicio a la humanidad y a la naturaleza toda, se lo
estamos pagando de mala racha y con una moneda no muy factible ni justa, analicemos:
De los mil trecientos cincuenta CUATRILLONES de
agua que existen en el planeta (1,350,000,000,000,000,000), aproximadamente
el % .017 es para consumo humano, el
cual cada día está más mermado debido a los más de 6000 millones de cabezones
que somos, esto debido al mal cuidado que se le da, al señor que lava su stratus con manguera, a la señora que
olvida la lavadora con la manguera abierta mientras ve la novela, o a los
gobiernos que tardan mil años en arreglar una fuga… este porcentaje quizás en
la realidad esté por debajo de la mitad.
Ahora, el 0.625% del agüita, está en las áreas
subterráneas, mantos acuíferos y demás bóvedas “subsuelenses”, no es necesario
hacer recodar los motivos por los cuales la Ciudad de México está cada vez más
en el hoyo… sí literalmente en el hoyo. Se dice que Bellas Artes se ha hundido
casi 4 metros desde que se terminó y todo esto debido a que no conformes los
Mexicanos con haber desecado todo el paraíso de los pobladores de Anáhuac,
aquel extenso complejo de lagos, chinampas y calzadas-diques y desecado los manantiales
de Chapultepec … ahora estamos dándole en la madre al Cutzamala, una de las
principales fuentes de agua potable en la ciudad.
Entonces para compensar eso se
inició la extracción de agua del subsuelo… ¿de dónde? Pues de dónde más, de debajo de la gran ciudad,
no nos sorprenda que el día de mañana estemos viviendo dentro de esas
catacumbas.
Que no estaría por demás, ya que
según la teoría intraterrestre (de la tierra hueca), podríamos quizás encontrar
toda una vida nueva y un mundo espectacular esperando por nosotros. Quizás al
llegar allá y al encontrar a Julio Verne, nos diría: “Sean Bienvenidos, cuando
gusten pueden comenzar a darle en la madre a mi mundo”.
Ahora, si en verdad como dicen los
alienígenas descendientes de los
Annunakis, (que otros llaman Reptilianos), “no somos una raza
inteligente, porque ¿qué raza tendría la ocurrencia de vivir afuera del
planeta, bajo las inclemencias salvajes del tiempo, de la geografía y del
exterior? Esto es el equivalente a tener una casa y vivir en el techo”…
entonces tendríamos que reflexionar y quizás, pero sólo quizás… estemos un poco
erróneos.
Pero digamos que los reptiles son
reptiles, y nuestra única y verdadera
casa está sobre la tierra. Entonces, tenemos un planeta devastado, con
glaciares que se caen a pedazos, si graficamos el 1.8% de agua que está en esta
presentación y lo contrapolamos con el 0.635%
y el l.017% anteriormente mencionado, estamos hablando de dos noticias; una
buena y una mala.
La buena sería que casi toda el
agua glaciar es potable y solucionaríamos el problema de la escases del agua…
la mala es que esa masa acuosa se desbordaría sobre las ciudades y beberíamos
agua glaciar ¡a huevo!
Entonces, o estamos comenzando
a cerrar el ciclo con el que iniciamos
nuestra columna, diciendo más o menos así: “Y se han
airado las naciones, y tu ira ha venido, y el tiempo para que los muertos sean
juzgados, y para que des el galardón a tus siervos los profetas, y a los
santos, y a los que temen tu nombre, pequeños y grandes, y para que destruyas
los que destruyen la tierra.”… o está muy próximo el planeta Nibirú provocando
desequilibrio en toda la galaxia. De ser así, daría lo mismo, sea JHVH o sea
Enki y familia los que vienen, nos van a meter una santa regañada por
encontrarnos con la casa de cabeza, como si hubiese algún padre que se alegre
de ver el desastre que hace su hijo después de haberlo dejado un rato solo.
Pero
mientras pasa alguna de estas situaciones, ya el senador estadounidense Gaylord
Nelson en 1970 un día como hoy, estaba previniendo su regaño, instaurando el
Día de la tierra… el cual es tan poco famoso que seguramente ni tú lo conocías…
no te preocupes, la tierra misma no conoce ese día por… que nada diferente
pasa.
Y bueno,
como diría Luis de Góngora y Argote:
“La tierra no nos
fue heredada por nuestros padres, nos fue prestada por nuestros hijos.”
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