sábado, 25 de febrero de 2012

Nomás que me acuerdo me dan ganas de llorar*



Por: Alejandro Badillo

La Comarca Lagunera se localiza al norte-centro de México, entre el suroeste de Coahuila y el noroeste de Durango. Está conformada por diez municipios, cinco por cada Estado, el más importante de ellos es Torreón, secundado por Gómez Palacios y Ciudad Lerdo. Su estratégica posición la convirtió en un punto idóneo para el comercio. Ahí surgieron empresas reconocidas en todo el país y en el mundo, pero también en este lugar nació un género musical que está a punto de desaparecer: el canto cardenche.

El país cuenta con una gran lista de géneros musicales, unos son mundialmente reconocidos como el mariachi de Jalisco o el son jarocho y otros han ido desapareciendo por diferentes causas.


Los horizontes son chiquitos y parejitos al caminar, andan en busca de una paloma que se ha salido del palomar.

El canto cardenche es un género que nació a finales del siglo XIX y a principios del siglo XX. Su origen es incierto porque desde el principio mostró un bajo perfil. Este canto era interpretado principalmente por campesinos al finalizar su labor. Los campos de algodón, las herramientas y los problemas sociales pasaban a segundo plano cuando los trabajadores, agotados y adoloridos, regresaban a su casa para reunirse y con una botella de sotol interpretar tristes, amorosas y desgarradoras melodías.

La característica principal del cardenche es que se canta a capella. Tres voces son el instrumento primordial, aunque en ocasiones se canta a cinco. La primera o fundamental es la encargada de la conducción del canto; la segunda o contra alta y la tercera o baja es también llamada marrana, nombre dado a causa de su registro, el cual es muy bajo que se asemeja al gruñido de dicho animal.

Pero trigueñita, nomás que me acuerdo lloro, ¿Quién tiene la culpa? usted que me abandonó.

Una característica del canto cardenche era que surgía espontáneamente del líder del grupo, el cual invitaba a sus compañeros por medio de ademanes a que lo acompañaran, también cabe destacar que no hay tiempos ni cuadraturas precisas. Es una melodía totalmente fraternal, reunía a los trabajadores, los cuales se abrazaban para cantarlo y aunque en la actualidad ya no lo hagan, siempre se les podrá observar uno a lado del otro.

Lo más curioso del canto cardenche son los ‘largos’ silencios que se hacen, los cuales no aparecen al final de una frase melódica o copla como comúnmente ocurre con otros géneros, sino que interrumpen la melodía ya sea porque algunas veces los cantores toman un poco de sotol o porque antiguamente justo al momento de la interpretación se daba un mensaje o anuncio para los lugareños.

El nombre de canto cardenche es tomado por una cactácea cubierta con una gran cantidad de espinas y según los agricultores de la región no existe mayor dolor que ser víctima de éstas porque las espinas no sólo duelen al encajarse, sino que es aun más doloroso el sacarlas ya que sus dientes afilados desgarran la piel.

Por las mujeres se componen canciones,ellas son causa de que el mundo no ande en paz.

El género musical toma esta imagen de sufrimiento para reproducirla por medio del canto. El sentimiento de tristeza, ya sea por el amor no correspondido, por la vida que les tocó o por la nostalgia de la tierra abandonada por ir en busca del pan, es expresado con voces a gran volumen, con cierto grado de desafinación, la cual le imprime la sensación de sufrimiento y congoja.

Los cardencheros no sólo entonan canciones propias del género sino que han llegado a acardenchar corridos o versos de pastorelas dejando su huella musical de la tradición de sus antepasados.

Cabe destacar que el Instituto Nacional de Antropología e Historia en su proyecto Testimonio Musical de México hizo compilaciones de diferentes géneros musicales mexicanos y precisamente el número 22, de un total de 40 títulos, se lo dedicó al canto cardenche.

Casi siempre estos géneros poco reconocidos en el país son tomados como insignias para fomentar el turismo y mostrarlos como símbolos de nuestra identidad nacional, pero algunas veces es necesario tan sólo conocerlos, escucharlos por un momento para disfrutarlos.

Una historia, una canción o una pintura, se quedan en el pasado y por más que los hombres se esfuercen por mantenerlas vivas, tarde o temprano pueden extinguirse, por ello es menester disfrutar con la finalidad de tener un recuerdo propio, el cual dure aunque sea el resto de una vida.

Habrá muchas personas que desprecien el canto cardenche y otras tantas que lo amen, pero al final eso es lo de menos porque una de las tantas funciones de la música es presentar un instante de belleza en este mundo musical que día con día se va perdiendo en ritmos monótonos y letras sin sentido. Conocer y rescatar otros géneros ayudará a empaparse el cuerpo de tonos diferentes y así ir enriqueciendo la banda sonora de nuestra vida.

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