El buen juez por su casa empieza Regiones Inferiores

Escuchaba en el micro hablar a dos pubertos con uniforme de escuela particular. Iban criticando a otro par que llevaba el típico uniforme verde de la secu oficial. Los niños fresas se burlaban de como se expresaban y vestían los otros chicos.

Me puse entonces a pensar que lo principal en nuestro país es la falta, antes que otra cosa, de educación en general, el respeto a los demás como tema primordial, pero estas cosas los padres esperan que se les de en la escuela y no en sus casas. En fin, este tipo de escenarios los vemos a diario y ya no nos sorprenden la superioridad del ser humano sobre otro, por mínima que sea la circunstancia nadie la deja pasar; el que lee mucho le presume al que no lee y se da el lujo de llamarlo burro, en lugar de invitarlo al mundo maravilloso de las letras.

Aquel que viste “bien” (cada quien tiene su concepto de bien) se traga vivo al que es fachozo y al que puede le dice naco; cuando cada quien es libre de ponerse lo que se le dé su chingada gana. El que tiene buena chamba y es pudiente se mofa del pobre cuate que no la tiene y se vanagloria invitándole una triste chela y tal vez hasta trabajo le pudiera ofrecer, pero ni de broma lo hace, prefiere ser el chido ante los jodidos.

Y regresando al tema, cuando uno escucha hablar a la gente en general sobre el tema de la educación, sólo podemos resumir que el común denominador tiene la idea de que solamente las escuelas de paga pueden ofrecer lo mejor y tristemente así es. Si tu quieres que tu chavito al entrar a la primaria ya lea, escriba, medio sume y reste tendrá que haber ido en jardín de niños particular o tener tú como padre la dedicación y la paciencia para enseñarle. Suena fácil pero hoy en día que los nenes parecen hermanitos mayores de sus papis está difícil porque con güevos los medio mantienen, ya que los pelen es un mega plus, lo malo de cambiar pañales cuando ni tus calcetines sabes lavar.

Algo muy cierto es que el gobierno es responsable de proveernos de una buena educación en conocimientos para tener mayores herramientas para la vida, pero a estas alturas todos podemos constatar que a los gobernantes sólo les interesa que seamos lo suficientemente inteligentes para operar máquinas, apretando botones, pero ya no tener la suficiente inteligencia para construirlas porque un pueblo inteligente o se le fuga o le pondría en su madre. Lo que nuestro gobierno quiere ofrecer al mundo son obreros de calidad a granel, aunque como van las cosas ya ni eso, porque los asiáticos nos andan ya ganando.

Platicando con un conocido decíamos que la educación apesta y el pinche Peña Nieto que no reforma en realidad nada para bien el sistema escolar, que es retrógrada y no se puede ni se podrá de ese modo avanzar hacia ningún lado... sí todo eso lo sabemos. No obstante, nos pusimos a cuestionar si en realidad los mexicanos que exigimos una educación de gran calidad tipo alemana, china o francesa estamos dispuestos a llevar una disciplina y una dedicación como lo hacen aquellos países porque de lengua todos nos comemos un platote y bien servido pero a la hora de las realidades es donde la puerca tuerce el rabo.

Porque a la gran mayoría le ganan la flojera, las chelas, el futbol, los líos de faldas, la compra de maestros para aprobar materias... o bien, si a muchos y muchas les preguntas cosas de lo que estudiaron en su carrera o en la prepa, bueno en la secundaria ya ni se acuerdan y los que son padres hasta su ansiolítico tienen que tomar para calmar los nervios por las penas que pasan cuando tienen que ayudar a su pequeño engendro a realizar una tarea. Al final, termina prefiriendo el chavito hacerla solito como dios le dé a entender porque han ocurrido casos donde el papi ayuda y al peque le ponen cero.

Entonces si de verdad estamos exigiendo educación de calidad a nuestro estúpido, fodongo y vergonzante gobierno, empecemos por educarnos nosotros mismos. ¿Cómo? pues poniéndole más empeño a los estudios, no quedarnos con ese vago conocimiento que nos dan, sino por el contrario, aprender del diario algo nuevo ya sea de un libro o de alguien que sabe más que nosotros sobre tal o cual tema. Comprender, no repetir solamente como pericos para un examen o una presentación (esto para los que chambean que luego cuando se les mueve la pantalla ya no saben ni que chingados pasa y el jefe los termina calabaceando).

Quitarnos un poco lo criticones (ahí hasta yo pasé lista) y apoyar a los que nosotros consideramos que no entienden ni la O por lo redondo. No encabronarnos cuando alguien no sabe cómo se escribe tal o cual palabra y al corregirlo no hacerlo en mala leche sino apoyando en forma chida de: “mira manito es así la cosa”, porque como decía la abuela hasta para ser idiota hay que saber dónde y algunos sabelotodos quedan como payasos y mamones cuando se tornan en creerse perfectos y la neta así jamás podremos hacer trabajo en equipo ni en la escuela, ni en los trabajos, ni en la vida diaria.

Si son padres estar al tanto de las tareas de sus hijos y dar repasos (no nada más a la madre de sus hijos) a los libros de texto en compañía de ellos y ampliarles el conocimiento y no la duda, que así como se saben de cabo a rabo los personajes de cualquier juego idiota, aprendan también a interesarse en autores de gran renombre y después los chicos solos decidan qué tipo de lectura les gusta más y de ahí incluso podrán llegar a ver exacta y correctamente qué carrera estudiarán, para qué son aptos y explotar sus virtudes.

Y así cuando tengamos que exigir a papi gobierno mejor sistema escolar ya tengamos más bases de dónde agarrarnos, si suena a aldea de los pitufos de todo felicidad pero en serio que si nosotros mismos no empezamos a corregir nuestro entorno por mínimo que parezca seguiremos aplastados y hundidos en la mediocridad. Porque ya lo decía mi abuela: “si vas a ser barrendero por lo menos aprende a barrer a toda madre primero tú casa, no sea pendejo”