por P.I.G.
¿Qué tanto puede la acción de un
niño indignar o incomodar a un adulto? Hace unos días quedó de manifiesto que
toda una clase política se indignó de tal forma por un video en el que se
muestran las debilidades más perceptibles de nuestra sociedad mexicana. El
video, hasta el día de ayer, contaba con diez millones de reproducciones y vistas,
y el número va en aumento conforme pasan los minutos.
“¡Si éste es el futuro que me
espera, no lo quiero!”, reza con soberbia la frase que resume el mensaje que han
intentado enviar los señores de Grupo Nacional Provincial, organismo
empresarial que se ha adjudicado la realización de este trabajo.
Hasta ahí todo va bien, se trata
de una iniciativa que además es innovadora y directa; no intenta servir como
herramienta proselitista para ninguno de los aspirantes a la máxima
nomenclatura nacional (muy a pesar de la emulación del célebre “Señor de las
ligas”), e incluso podríamos considerar (a nuestro muy particular punto de
vista) que estamos frente a un fenómeno que, por las buenas o por las malas,
podría sentar un antecedente.
Pero ¡oh maldita sea! Que
nuestros políticos, objetivos, razonables e inteligentes, han puesto el grito
en el cielo porque el video de Nuestro México del Futuro, dicen, es agitador y
trastorna la realidad de nuestro país.
El día de ayer, en el palacio
legislativo de San Lázaro, el video fue tema de discusión, pero, contrario a lo
que podría pensarse, la discusión se centró no tanto en el contenido del mismo,
como en el hecho de que se permitiera la participación de niños y niñas en
éste, y encima de ello se otorgara plena libertad para difundirlo en redes
sociales y algunos medios electrónicos de comunicación.
Los primeros en lanzar la piedra
y esconder la mano fueron los diputados del PT, Mario Di Costanzo, y del PRI,
Miguel Ángel García Granados, quienes, en su afán de presentarse ante la
opinión pública como los representantes de la verdad y la justicia, repudiaron
el contenido del video y exigieron su retiro del aire el promocional.
A estos políticos de medio tiempo
se sumaron Teresa Guadalupe Reyes Sahagún, también diputada del PT, y Luis
Antonio Martínez, también diputado del PRI. Hubo quien pidió a Gobernación su
intervención para vetar el anuncio. Sólo eso faltaba, pedir a Gobernación que regule
contenidos en Interne, algo completamente absurdo.
No obstante con exponer su
rechazo absoluto al video, los legisladores se dieron a la tarea de enviar una
carta a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos para hacer expreso su
rechazo a esta clase de prácticas “deleznables” (único adjetivo que utilizaron
-porque quizá no encontraron otro- en infinidad de ocasiones).
Los temas medulares en la Cámara
baja se dejaron de lado; la indignación llegó a tal punto que Miguel Ángel
García Granados pidió ser entrevistado por Denise Maerker para advertir a la
sociedad sobre el peligro que puede representar la difusión de este video.
Los argumentos durante la
entrevista, nutridos de profundo razonamiento y bases ideológicas sólidas, se
centraron en lo mismo: es “deleznable” utilizar a menores de edad para efecto
de que estén haciendo un cortometraje de este tipo.
La pregunta viene por sí sola: ¿es
pecado utilizar a niños, o es pecado que estos niños, a través de un video de
la iniciativa privada, señalen y acentúen los errores de la sociedad, errores
que, entre otras razones, son resultado de la nefasta actuación de los
representantes populares como el señor Di Costanzo o el señor García Granados?
¿Por qué todos se centraron en
“Los Niños” y nunca en el contenido del video de Nuestro México del Futuro?
Simple, si se pone el dedo en la llaga lo menos que se puede hacer es desviar
la atención y darle prioridad a un asunto (éste menos importante) que sirva de
distractor, mientras que se le permite al político la oportunidad de huir por
la tangente y salir bien librado de la situación.
La cosa no paró ahí, García
Granados continuó esgrimiendo una serie de comentarios que lo único que
demostraban era su inseguridad sobre sus propios argumentos. “No es con la
estridencia ni con el amarillismo como vamos a resolver los problemas del país”.
Tal vez no lo sepa, pero sus
compañeros de bancada y en general los legisladores de este país y ya no decir todos
quienes conforman la vida política nacional, constantemente hacen uso de la
estridencia y el amarillismo para tratar de resolver los problemas. ¿O la toma
de tribuna no es estridencia; los dimes y diretes, las acusaciones, las burlas
o los comentarios despectivos no son estridencia y por tanto amarillismo?
El hecho es que este video, apegándonos
al análisis del diputado priista, va a dejar en los niños un esquema de estigmatización,
¿por qué? No supo responder, encima señaló que el haber actuado en el
cortometraje afectaría en un futuro el crecimiento de quienes participaron en
él, ¿por qué? Nuevamente, como todo buen priista, no supo responder.
“Actuar en cosas que no les ha
tocado vivir es grave”. ¿Quién dice que no les ha tocado vivir a los niños esta
cruda realidad del México de hoy? Tal vez a los niños del spot no, y
seguramente a los hijos del diputado tampoco, toda vez que gozan de la
seguridad personal que un contrato millonario les puede ofrecer, pero ¿y los
miles de niños que han sufrido la pérdida de un ser querido ora por la
corrupción, ora por la violencia, ora por el secuestro o los delitos de alto
impacto?
Y no nada más aquellos que han quedado huérfanos,
¿a caso los menores enrolados en las filas de la delincuencia organizada, sólo
por el hecho de pertenecer al bando equivocado, carecen de voz y voto?
Nuestro México del Futuro puede
que haya representado la visión empresarial de la realidad mexicana, una
realidad que, lamentablemente, no dista de la “realidad verdadera” que palpita
y se huele y se escucha y se traga y se siente en las calles.
Entonces no entiendo el por qué
de la incomodidad de los señores legisladores que condenan el video porque se
trata de un mal ejemplo para los niños, cuando ellos mismos encarnan lo que en
efecto no debería hacerse: robar, mentir, traficar, insultar, denostar, cobrar
por no trabajar, en fin, echar por la borda todos aquellos valores a los que se
deben como máximos servidores públicos.
Lo que dice el video es que en
México hay corrupción y hay corrupción; lo que dice el video es que en México
secuestran y en verdad secuestran; lo que dice el video es que en México hay
balaceras, tráfico de indocumentados, narcomenudeo, políticos rastreros,
manifestaciones, y es que todo eso forma parte de nuestro México.
Parafraseando a Denise Maerker: “México
no es sólo eso, pero también es eso”.
El asunto aquí es que la clase
política mexicana, que tanto defiende la libertad de expresión, ahora se ha
visto superada por un grupo de empresarios que, tras una idea innovadora y
brillante (todo hay que decirlo), han recalcado lo que más le duele al
diputado-senador-asambleísta de cualquier partido: la realidad del país.
La solución no es la estridencia,
claro que no, pero tampoco es la censura, y anclarse en el vago argumento de
que son niños y que por ello el video carece de sentido, no es sino una clara
expresión de reprensión y reprimenda. Si a esas vamos, entonces a prohibir los
comerciales de pañales donde se echa mano de bebés para que actúen, éstos sí,
en contra de su propia voluntad
O que se prohíba la aparición de
niños en telenovelas, en películas, en series, en programas de revista o, por
qué no, en los spots de los presidenciables donde continuamente el candidato aparece
saludando a los infantes, que, además de todo, son actores, como actores son
los del video de Nuestro México del Futuro. Tan es así que cobraron por ello.
El ahora famoso video de GNP ha
causado revuelo y polémica, pero a final de cuentas ha cumplido con el objetivo
planteado desde un inicio: causar revuelo y polémica, lo cual es medianamente
aceptable. Pero de eso a que los cuatro contendientes a la Presidencia tomen en
cuenta el video hay una gran diferencia.
Y la razón es sencilla: un video
no va a cambiar la realidad del país, no va a virar el rumbo de las campañas
presidenciales, ni va a hacer de los nuestros mejores políticos. A final de
cuentas no es algo que no se haya dicho antes, tal vez lo nuevo sea el formato
y la manera de decirlo y en ese punto debe recaer el análisis.
De todo esto debemos rescatar que
si los niños fueron capaces de hacerlo, nosotros, la que se supone es la juventud
inconforme, también lo podemos hacer.
A ellos les incómodo el video, ¿a
ti no?
Aprovecho la oportunidad para
expresar una particular felicitación a la maestra regiomontana Martha Ivette Rivera Alanís, quien en los
próximos días recibirá un reconocimiento por parte del Banco Interamericano de Desarrollo
y la Fundación ALAS. No hizo mucho la verdad, sólo hizo lo que tenía que hacer:
su trabajo, algo que los integrantes del SNTE y su disidencia han desquiciado
por mucho tiempo.
1 comentarios:
A los legisladores les incomodo porque ellos forman parte de toda esa mierda, se sintieron como en la loteria; el ojete, el corrupto, el huevòn, el narco,loteria!! pasaron lista con su obviedad y su falsa, màs que falsa doble moral de una clase política que no se puede tomar en serio porque ella misma no se toma en serio, triste pero real el México del futuro para nuestros niños del futuro es esa peste y más
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